miércoles, 25 de diciembre de 2013

Andrew's Mama comes!

 Después de la gran ayuda de Rául y Sole para la 2a parte de la mudanza, realizando una verdadero Tetris furgonetero, nos adentramos hacia una semanita más de trabajos no forzados.


Del 10 al 15 de diciembre 2013
Esta vez viene mi madre, 1a invitada de Son Bernat que se queda a dormir! A ayudar un poco, sobretodo a limpiar y a tareas de búsquedas varias como ¿dónde está la tienda eco más cercana? La misión es buscar una casita/piso para ella. Se quiere instalar por aquí cerca! (y posiblemente my sister Tina también!) Así que hacemos ruta por la zona Llubinera, sin éxito en este sentido, pero con una idea de lo que buscamos y con la certeza de que le encanta Mallorca, dato importante...
El señor Kilian empieza a crecer (gracias a las ingestas de su futura madre también, que no se corta) Estamos de casi 20 semanas (traducido al mundo no embarazado: 4,5 meses, alias "mitad del embarazo").

Y aunque aquí se vea el tiempo bueno, nos pelamos de frío en cuanto se va el sol, hay una diferencia de 10 grados de golpe, y en la casa hace más rasca que fuera de momento (hoy 11 grados inside, 13 outside),  pero al venir una persona más se empieza a calentar, com el caliu humà no hi res!
Y ahora que viene nos envalentonamos a subir y ocupar el piso de arriba, let's go!


El desbrozador oficial saluda. 1er intento para llegar a la cueva.

Lo mejor de estos días ha sido el ritual fogonero que hemos hecho en lo que será el futuro huerto, con los restos de poda variada que hemos ido haciendo por todas partes. 

Estos días nos ha costado más dormir, no nos habíamos presentado a la casa todavía, había que avisar de que veníamos en son de paz ;) 













Así que durante la hoguera nocturna convocamos a las buenas energías mientras mi madre, que en otra vida fue bruja, gritaba al fuego con el estilo que le caracteriza, que éramos amigos de la finca. "SOMOS TUS HERMANOOOOOOSSSS!!!!"
Después de eso, no sé si fue placebo o no, pero las vibraciones empezaron a ser mucho mejores en la casa y notamos como sus paredes nos invitaban a acogernos de verdad...

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